-
Arquitectos: Estúdio 41
- Área: 4 m²
- Año: 2013
-
Fotografías:Leonardo Finotti, Eron Costin / Estúdio 41
-
Proveedores: Schöck
Descripción enviada por el equipo del proyecto. En ciertos lugares del planeta, la naturaleza crea condiciones adversas para el cuerpo humano. En estos lugares, pensar en un edificio es casi como construir un artefacto que protege y conforta, como una prenda de vestir. Este es un problema de desempeño tecnológico, pero debe combinarse con la estética. Hacer que los seres humanos se sientan bien es más que trabajar las nociones de comodidad y seguridad, también es trabajar los espacios en sus dimensiones simbólica y perceptiva.
Un refugio, un lugar seguro. El nuevo hogar de Brasil en la Antártida, es un lugar de protección y reunión de personas para la producción de conocimiento científico. Así, se afronta la tarea de diseñar la nueva Estación Antártica Comandante Ferraz. El vacío dejado por el incendio ocurrido en 2012 simboliza la importancia de esta nueva construcción; representa la presencia brasileña en la Antártida como una posibilidad de contribución científica junto con la comunidad internacional. También representa una oportunidad de desarrollo tecnológico para la arquitectura brasileña y para la industria nacional.
Por otro lado, el proceso de diseño nos lleva a comprender paulatinamente la fragilidad de la vida humana y cómo actuar para solucionar problemas constructivos, funcionales y sensoriales. En este sentido, las decisiones se toman con cuidado, ya que es necesario respetar la naturaleza y entender que hay retos que superar antes de llegar al edificio construido. La presente propuesta para la Estación Ferraz parte de la interpretación del territorio y las condiciones geográficas de la región. Por lo tanto, la implementación de la obra propuesta tiene en cuenta la topografía de la península de Keller y la necesidad de preservar las áreas de vida animal y vegetal circundantes, entre otros factores. Se respetan varias condiciones previstas por la Zonificación de Uso Ambiental para minimizar los impactos sobre la naturaleza.
Los sectores funcionales se organizan en bloques que distribuyen los usos. El bloque superior alberga las cabañas, las áreas de servicio, el área de comedor y sala de estar. En el bloque inferior se incorporaron los laboratorios y las áreas de operación y mantenimiento. Este mismo bloque alberga las cocheras y el trastero central. Un bloque transversal aglutina usos sociales y de convivencia. En esta sección se ubican el auditorio, la sala de reuniones, la biblioteca y la sala de estar. La implementación se completa con plantas de paneles fotovoltaicos en el norte y aerogeneradores VAWT en el suroeste.